El cultivo del cacao tuvo su
origen en América pero no se puede indicar con precisión el lugar específico ni
su distribución. Aún hoy día continúa siendo tema de discusión. Algunos autores
indican que el cultivo del cacao se inició en México y América Central y
señalan al mismo tiempo que los españoles no lo vieron cultivado en América del
Sur cuando arribaron a ese continente, aunque lo encontraron creciendo en forma
natural en muchos bosques a lo largo de los ríos Amazonas y Orinoco y sus
afluentes, donde aún hoy existen tipos genéticos de mucho valor.
Los toltecas y los aztecas de
México apreciaban el cacao desde hacía mucho tiempo, antes del descubrimiento
de América. Cuando Hernán Cortés conquistó ese país encontró que los aztecas
usaban las almendras del cacao no sólo para la preparación de bebidas sino
también como moneda.
Los aztecas creían que el árbol
del cacao era de origen divino y que su bebida confería discreción y sabiduría.
Por eso Linneo asignó a la especie el nombre de Theobroma, que significa alimento de los dioses. La civilización
maya ocupaba las tierras bajas de bosques húmedos tropicales al sureste del
imperio azteca. En los tiempos de Cristóbal Colón, los mayas eran los verdaderos
cultivadores de cacao; perfeccionaron su cultivo, aprendieron a curar y
conservar las semillas y a hacer una bebida agradable. Ricos y pobres consumían
la bebida en su dieta diaria y traficaban el producto con los aztecas, quienes muy
pronto llegaron a apreciar sus cualidades.
Alrededor de 20 años después del
descubrimiento de América, los conquistadores españoles de México se asombraron
de las grandes cantidades de cacao que encontraron en los almacenes del
emperador Moctezuma y de la gran popularidad que tenía en la corte la bebida
que se hacía de él. Ésta es la razón por la que se estableció en Europa una
firme creencia de relación entre los aztecas y el cacao. Según estudios de
Pound y Cheesman (1934), el cacao es originario de América del Sur, del área
del alto Amazonas, que comprende países como Colombia, Ecuador, Perú, y Brasil,
donde se ha encontrado una alta variabilidad. Desde este lugar de origen, las
especies se fueron difundiendo y evolucionando en dos grupos de cacao con
características fenotípicas y genotípicas bien definidas, las cuales corresponden
a los cacaos Criollo y Forastero.
La calidad del material
originalmente encontrado por los españoles en México y luego en Mesoamérica fue
una de las razones por la que luego se popularizó tanto. En esta zona se
encuentran los materiales criollos que más influencia tuvieron en el desarrollo
del cultivo, pues ha sido en el pasado la principal fuente de material de
mejoramiento para la mayoría de las áreas donde hoy día se produce cacao de
calidad.
Se cree que el cacao Criollo se
originó luego de la dispersión a través de las tierras bajas de Venezuela,
cruzando a Colombia, continuando hacia Ecuador y al norte hacia América Central
y México. El cacao Forastero resultaría de
la distribución hacia la parte baja del Amazonas, dispersándose hacia la parte
norte de Brasil y las Guyanas. Existe un tercer tipo genético de
cacao resultante de cruzamientos espontáneos del cacao Criollo con el
Forastero, al cual se le ha denominado Cacao Trinitario.

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